Que los productos vengan en condiciones sanitarias tanto en fecha como en sus características.
Es muy importante controlar los medios de transporte de los productos.
La gestión administrativa de los artículos deben estar en regla en cuanto a fechas de entrada y salida, códigos de barras en los cuales vienen todas las especificaciones de los artículos.
Dependiendo del tipo de materia prima en la recepción haremos los siguientes controles de calidad del producto:
- Frutas y verduras: Su mejor prueba de calidad sería el sabor, a partir de ahí vamos a controlar que no esté golpeada, que no tenga mal olor, que su aspecto sea brillante y terso, que no tenga hongos y que el envase sea el adecuado.
- Frutos secos: Siempre vamos a rechazar cuando vienen con orificios en el paquete, tienen olores raros como humedad y sobre todo si su aspecto es mohoso.
- Carnes: Si vienen envasadas el vacío será perfecto, si son frescas no tendrán manchas las cuales pueden ser de color verde y marrones (indican microbios) o blancas y verdes (indican moho). En aves la carne será tersa y con ojos saltones. Que no tengan tacto pegajoso (carne extresada).
- Pescados y mariscos: Si es fresco los ojos no deberán estar hundidos, las escamas serán firmes y brillantes, la carne será tersa, las agallas rojizas y con olor a yodo (si está mala olería a amoniaco). El marisco siempre estará vivo y con olor a yodo.
- Huevo y productos lácteos: Los huevos frescos cuando se reciben no deberán tener más de 15 días. Se rechazaran siempre cuando la yema se rompe con facilidad. Si el huevo es congelado o deshidratado este estará siempre bien pasteurizado y sin romper la cadena de frío o de conservación. La feche debe llevar etiquetas de pasteurización, nunca tendrá un olor rancio.
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